Letra traducida de Chimes Of Freedom - Bob Dylan en espa�ol
Lejos, entre el final de la puesta de sol
y el romper de la medianoche,
nos metimos en el portal mientras
ta��an estallando con estruendo
majestuosas campanas de rayos,
encend�an sombras en los sonidos
parec�an ser los repiques de libertad
destellando.
Destellando por los guerreros
cuya fuerza no es para luchar,
destellando por los refugiados
en el inerme camino de la huida,
y por cada uno
de los desvalidos soldados en la noche
y nosotros contemplamos
los repiques de libertad llameando.
Observamos inesperadamente
por el horno de la derretida ciudad
con las caras ocultas,
como los muros se estrechaban,
el eco de las campanas de boda
antes de la lluvia
se disolv�a en las campanas del rel�mpago.
Ta�endo por el rebelde,
ta�endo por el calavera,
ta�endo por el desafortunado
el abandonado y el rechazado
ta�endo por el proscrito, quem�ndose constantemente en la estacada
y nosotros contemplamo
los repiques de libertad llameando.
A trav�s del loco martilleo
m�stico del b�rbaro granizo salvaje
el cielo chasque� sus poemas
en desnuda pregunta,
el suspendido de las campanas
de la iglesia sopl� a la brisa
quedando s�lo las campanas
del rel�mpago y su trueno
golpeando por el benigno,
golpeando por el bondadoso
golpeando por los guardianes
y los protectores del esp�ritu
y por el desempe�ado y el pintor
fuera de su �poca
y nosotros contemplamos
los repiques de libertad llameando.
En la salvaje catedral
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de la atardecida la lluvia descifr� historias
para las desnudas formas sin rostro
de los sin posici�n
ta�endo por las lenguas
sin sitio adonde llevar sus pensamientos
todas atrapadas en situaciones
dadas por supuesto
ta�endo por el sordo y el ciego,
ta�endo por el mudo
por la maltratada madre soltera
y la mal llamada prostituta
por el proscrito por delito menor,
perseguido y estafado en la caza
y contemplamos fijamente
los repiques de libertad llameando.
Incluso un tel�n de blanca nube
destell� en una lejana esquina
y las hipn�ticas manchas brumosas
se elevaron lentamente
la luz el�ctrica todav�a golpeaba como flechas, encendida por
los condenados a la inacci�n
o los que son retenidos en la corriente,
sonando por los buscadores,
en su muda b�squeda de pistas
por los amantes corazones solitarios,
con su historia muy personal
y por cada alma inocente
y amable inmerecidamente entre rejas
y nosotros contemplamos
los repiques de libertad llameando.
Ingenuos y sonriendo
como yo recuerdo, cuando fuimos cogidos
cazados sin huella del momento por ellas colgamos suspendidos
mientras escuch�bamos
y mir�bamos
por �ltima vez
hechizados y consumidos
hasta el fin de su ta�ido
ta�endo por los sufridores
cuyas heridas no pueden ser curadas
por los incontables confundidos,
acusados, maltratados, pisados y peores
y por cada persona ahorcada
en todo el ancho universo
y nosotros contemplamos
los repiques de libertad llameando
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