Letra de Asalto A Maderas (Ignacio Caba�as) - Reincidentes
Letra de canci�n de Asalto A Maderas (Ignacio Caba�as) de Reincidentes lyrics
23 de septiembre, a�o del 65,
en Chihuahua unos muchachos,
se lanzaron decididos
a luchar por los derechos
de todos los oprimidos.
Eran trece, ocho cayeron,
durante aquella jornada,
que se�alaba un camino
para construir su patria.
a la masa empobrecida,
campesina y proletaria.
El gobierno dijo que eran
locos mal aconsejados.
Y como torpe venganza,
en un gesto inhumano,
sin el �ltimo cobijo,
a una fosa los echaron.
Poderosos opresores,
terratenientes y ricos,
en la tumba insultaban
a los j�venes ca�dos,
pensando que con su muerte,
a su causa hab�an vencido.
Cuando se llevan en el alma
condiciones muy profundas,
cuando toda la conciencia
a la realidad impugna,
ya no se piensa en la vida,
s�lo se piensa en la lucha.
Si se triunfa es m�s pronto
el ma�ana que se anhela.
Si derrotan el intento,
el ejemplo es el que queda,
como faro libertario,
y otros seguir�n la senda.
Y entraron al combate,
https://www.coveralia.com/letras/asalto-a-maderas--ignacio-cabanas--reincidentes.php
sin temblores y sin miedos,
y su sangre generosa
en la sierra la vertieron,
para sembrar la esperanza
de un futuro justo y bueno.
Su empe�o, su firmeza,
su profundo amor al pueblo,
los llev� al sacrificio,
pero ellos no est�n muertos.
En la luz de sus principios,
Siempre seguir�n viviendo.
Vuela, vuela, palomita,
sin descansar un ratito.
Vuela y di a las muchachas,
de la la norma al desausillo
que cay� Pablito G�mez,
su profesor m�s querido.
Luego reanuda tu vuelo,
entre los verdes nogales,
y ve y dile a los muchachos,
de la la norma al desalaises,
que cay� Miguel Qui�ones,
defendiendo sus ideales.
Y cruzando por la sierra,
y por todos los lugares,
que peleando por el pueblo,
sosteniendo sus verdades,
con las armas en la mano,
tambi�n cay� Arturo G�miz.
Despu�s, volando muy alto,
ve y sacude las conciencias,
para que nunca se olvide,
ni se borre ni se pierda,
la raz�n que defendieron
los M�rtires de Madera.
en Chihuahua unos muchachos,
se lanzaron decididos
a luchar por los derechos
de todos los oprimidos.
Eran trece, ocho cayeron,
durante aquella jornada,
que se�alaba un camino
para construir su patria.
a la masa empobrecida,
campesina y proletaria.
El gobierno dijo que eran
locos mal aconsejados.
Y como torpe venganza,
en un gesto inhumano,
sin el �ltimo cobijo,
a una fosa los echaron.
Poderosos opresores,
terratenientes y ricos,
en la tumba insultaban
a los j�venes ca�dos,
pensando que con su muerte,
a su causa hab�an vencido.
Cuando se llevan en el alma
condiciones muy profundas,
cuando toda la conciencia
a la realidad impugna,
ya no se piensa en la vida,
s�lo se piensa en la lucha.
Si se triunfa es m�s pronto
el ma�ana que se anhela.
Si derrotan el intento,
el ejemplo es el que queda,
como faro libertario,
y otros seguir�n la senda.
Y entraron al combate,
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sin temblores y sin miedos,
y su sangre generosa
en la sierra la vertieron,
para sembrar la esperanza
de un futuro justo y bueno.
Su empe�o, su firmeza,
su profundo amor al pueblo,
los llev� al sacrificio,
pero ellos no est�n muertos.
En la luz de sus principios,
Siempre seguir�n viviendo.
Vuela, vuela, palomita,
sin descansar un ratito.
Vuela y di a las muchachas,
de la la norma al desausillo
que cay� Pablito G�mez,
su profesor m�s querido.
Luego reanuda tu vuelo,
entre los verdes nogales,
y ve y dile a los muchachos,
de la la norma al desalaises,
que cay� Miguel Qui�ones,
defendiendo sus ideales.
Y cruzando por la sierra,
y por todos los lugares,
que peleando por el pueblo,
sosteniendo sus verdades,
con las armas en la mano,
tambi�n cay� Arturo G�miz.
Despu�s, volando muy alto,
ve y sacude las conciencias,
para que nunca se olvide,
ni se borre ni se pierda,
la raz�n que defendieron
los M�rtires de Madera.