Letra de Sin Raices - 091
Letra de canci�n de Sin Raices de 091 lyrics
Hace falta que est� dulce la verdad para ser comprendida
y que al gritarla rompa el silencio de la mayor�a.
El ruido y la paranoia siempre est�n sigui�ndonos la pista,
ser�n como una llave que abra el cofre de vuestras pesadillas.
Sigue ah� el trompo dando vueltas,
nadie entiende el c�mo ni el porqu�,
pero t� bien sabes que los hongos
crecen casi sin ra�ces, sin ra�ces.
Ha sonado la corneta oxidada de los vencedores,
una m�sica anticuada presentada como un nuevo orden.
Se ha encontrado el eslab�n perdido entre el mono y el hombre,
se han vuelto hacia abajo los pulgares al caer los gladiadores.
La cometa a�n sigue volando,
aunque nadie la sostiene ya,
https://www.coveralia.com/letras/sin-raices-091.php
pero t� bien sabes que los hongos
crecen casi sin ra�ces, sin ra�ces.
Como un tentetieso golpeado por cien pu�os furiosos,
como simples abalorios para el trueque en vuestros negocios.
No busqu�is porque no hay, para el alma, un quitamanchas milagroso,
unos se atragantan con pescado y otros al nadar en oro.
La cometa a�n sigue volando,
aunque nadie la sostiene ya,
pero t� bien sabes que los hongos
crecen casi sin ra�ces, sin ra�ces,
sin ra�ces ...
y que al gritarla rompa el silencio de la mayor�a.
El ruido y la paranoia siempre est�n sigui�ndonos la pista,
ser�n como una llave que abra el cofre de vuestras pesadillas.
Sigue ah� el trompo dando vueltas,
nadie entiende el c�mo ni el porqu�,
pero t� bien sabes que los hongos
crecen casi sin ra�ces, sin ra�ces.
Ha sonado la corneta oxidada de los vencedores,
una m�sica anticuada presentada como un nuevo orden.
Se ha encontrado el eslab�n perdido entre el mono y el hombre,
se han vuelto hacia abajo los pulgares al caer los gladiadores.
La cometa a�n sigue volando,
aunque nadie la sostiene ya,
https://www.coveralia.com/letras/sin-raices-091.php
pero t� bien sabes que los hongos
crecen casi sin ra�ces, sin ra�ces.
Como un tentetieso golpeado por cien pu�os furiosos,
como simples abalorios para el trueque en vuestros negocios.
No busqu�is porque no hay, para el alma, un quitamanchas milagroso,
unos se atragantan con pescado y otros al nadar en oro.
La cometa a�n sigue volando,
aunque nadie la sostiene ya,
pero t� bien sabes que los hongos
crecen casi sin ra�ces, sin ra�ces,
sin ra�ces ...